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Marzo 2021 nº 41
La Dirección no se responsabiliza de las opiniones expuestas por sus autores.
Estos conservan el copyright de sus obras
AL SERVICIO DE LA PAZ Y LA CULTURA HISPANO LUSA
COLABORAN. Irene Mercedes Aguirre.(Argentina).-Leonor Ase de D´Aloisio -(Argentina).-Marcela Barrientos
(Argentina) Matias Bonora Berenguer (Argentina),.Maria Elena Camba (Argentina).-José Félix Cruz Gutierrez (México).-Mae de la Torre (Ecuador).-Nelly V. B. Forni de Marina (Santa Fe, Argentina).-Liana Friedrich (Argentina).-Carlos Gonzalez Saavedra.(Argentina).-José Lissidini Sánchez (Uruguay).-Liliana Lorán (Argentina).-Cristina Noguera (Argentina).-Dra Amanda Patarca (Argentina).-Sarah Petrone (Argentina)- Susana Mirta Piñeiro (Argentina) Graciela Rios (Argentina).-Rosa Inés Vanni de Romero (Buenos Aires Argentina). Dorothy Villalobos (New Jersey-USA)
CIRCULO LITERARIO LETRAS DEL ANDÉN .-Myrian Astudillo.-Judith L Bocco.-Aldo J Calveyra.-Nilda del C Guiñazu.-Carmen C Lucero de Palma.-Teresita Moran Valcheff .- Diana Mirta Muñoz.-Roselvira Soda
PSIQUIS Y RESILIENCIA
Irene Mercedes Aguirre
Argentina
Respuesta humana frente al COVID-19
Catedrales del tiempo, nuestras psiquis auscultan
el reto planetario que nubla tantas vidas,
las neuronas se extienden como nunca, atrevidas,
buscando nuevas claves que en la mente se ocultan.
La inquietud se desliza con formas parecidas,
mientras nueva ideas emergen y preguntan
¿dónde encontrar el cauce de luz , si no se juntan
todas las voluntades para curar heridas?
Y las respuestas brotan, como recién nacidas
del vientre originario de Gea. Allí despuntan
las verdades negadas, las potencias dormidas.
Breguemos sin descanso por hallar donde apuntan
los esfuerzos, los sueños, las posibles salidas
¡ya que en la resiliencia Tierra y Cielo se juntan!
LA PANDEMIA Y LOS CAMBIOS
Leonor Ase de D´Aloisio –
Argentina
Que el planeta está viviendo
un cambio extraordinario
no es ninguna novedad
el tema será sanarlo
despacio habrá que mimarlo
igual que a un niño pequeño,
a lo nuevo acomodarlo.
También los mares y el cielo
se verán en esos cambios
en el espacio, las aves
animales, en el llano
en celestes transparentes
los galaxias y los peses.
Para el hombre la exigencia
será cuidar del ambiente
tratarlo, con más prudencia.
Si al paralizarse el mundo
se descubrió la belleza
hay que educar para cuidar
a madre naturaleza,
del cosmos casa preciosa.
ETERNA CUARENTENA
Marcela Barrientos
-Argentina-
Pandemia, palabra que me sonaba a pasado,
historia leída en un manual del secundario.
Cuarentena, palabra que un poco asustaba
ya que nos obligaba a un encierro forzado.
La astucia de este virus que burló las fronteras
y que nos hizo casi a modo futurista de ciencia ficción
a cambiar nuestro estilo de vida en todos los órdenes.
Ya no hay abrazos espontáneos ante la duda de contagio,
ya no acompañamos a nuestros familiares enfermos
y muchos han muerto en la peor de las soledades
sin un ser querido a quien dedicarles su última palabra.
Doloroso el panorama de un fantasma invisible que asola
y nos ha vuelto paranoicos hasta con los que viven en casa.
Nos puso enfrente a la elección de seguir con vida adentro
o salir a seguir luchando para no perder la dignidad de trabajar
cuando vimos que los meses pasaban en eterna espera angustiosa.
No todos podían teletrabajar y era obvio que alguien debía salir
y ese alguien podía contagiarse o contagiarnos y volver el círculo.
Aún creo que seguimos rodando ya que nunca logramos detenerlo
y aislarnos es hasta casi imposible de un modo total y seguro
porque te puedes contagiar hasta de un pedido llegado a tu domicilio,
porque hay enfermos de otras enfermedades que no pueden estar en casa.
No sé cuánto tiempo nos llevará salir de esta situación y volver a las calles,
Volver a transitar libres, reunirnos sin tener miedo y hasta enamorarse.
Ya no es solo afuera que te asechan peligros y riesgos
porque muchas veces el enemigo está dentro y ataca
y no tiene piedad porque es preferible no extender un virus
a defender vidas maltratadas en forzado aislamiento mortal.
Buscar el equilibrio en esta situación extrema nos ha costado,
superar pérdidas, dolores, soledad, violencia entre otras situaciones,
y sabemos que aún debemos seguir combinando cuidados necesarios
salir con responsabilidad y en lo posible quedarse en casa con sano criterio.
ENCIERRO
Matías Bonora Berenguer
Argentina
En el planetario abismo
del año acontecido,
se esparce la incertidumbre
con su filo que asola
sin vocación ni mandato.
Un río de lágrimas
inunda las sabanas,
colmadas de ausencias.
Y los rostros se agrietan
de caricias que no arriban,
obturados de un sol que se aleja,
sostenemos el duelo
del arriado beso, herrumbrado
en los días sumergidos de sombra,
de llanto y un aire que no alcanza.
Caídos,
apilamos soledades
en fervorosa pavura
que confina los anhelos;
puñetazos de grima nos aturde
y somos lejanía
que deambula
en los muros invisibles
de nuestros días.
Somos
prologados descendientes del virus,
habitamos la decadencia del imperio
de un atávico consumo sin mensura.
Amordazados de pandémico egoísmo,
enclaustrados transcurrimos,
drenando nuestro ocaso
-y un crepúsculo
que no llega-
cuando habitamos en la agónica,
derrumbada
espera.
AQUÍ ESTAMOS
María Elena Camba
Argentina
Aquí estamos
sin bajar los brazos,
después de tantas pérdidas,
después de muchas lágrimas.
Aquí estamos,
sin saber nuestro horizonte,
sin imaginar un mañana,
y sin abrazos que contengan.
Sin la mirada del hijo,
sin la risa del nieto,
Con la distancia pedida,
con el miedo al contagio.
Y el virus llegó a todos lados,
niños, jóvenes ancianos,
Igualó a la sociedad,
no hay fronteras ni recursos.
A pesar de la angustia,
de tanta soledad,
a pesar de la presión,
puede ser una oportunidad.
Porque cuando arrecia la tormenta,
nada vale más que la concordia.
Juntos podremos lograrlo,
en la unión está la esperanza.
HILO DE VIDA
J. Félix Cruz Gutiérrez.
México
La luna a la mitad, parece una navaja
que cae cada noche sobre los frutos,
y los hace caer desde lo alto del árbol
y se descubre su paso al salir el sol.
Más cuando va adelgazando en su camino
parece una guadaña que en las noches
recorre los hospitales en busca de víctimas
y sin piedad les corta el hilo de la vida.
Es pues la luna, un enorme rincón oscuro
que quizá los poetas no han descubierto,
pasar en vela una noche al lado de un familiar enfermo
es como un acertijo manipulado y cruel,
Nunca había visto a la luna estática esperando
que caiga el fruto, o la vida de los enfermos,
nunca había sentido las navajas del gélido viento
que rasgan desesperadamente la vida por dentro.
Pronta recuperación… Hermano Efraín.
REFLEXIÓN.
Mae de la Torre
Ecuador
¿Qué ha pasado en nuestras vidas?
la pandemia al mundo ha sorprendido
con su visita inesperada.
Razón de nuestro encierro
el desaliento se apodera en nuestras mentes
es intenso el clamor de los humanos
para que el virus sea erradicado.
Cuantos hermanos han partido
como el viento cuando se enfurece cual tormenta
al dejar sin oportunidad de sostenerlos.
La esperanza se ha visto quebrantada
aunque con fe en el Señor ha sido superada.
No nos amedrentemos nunca
nuestra fortaleza está en la lucha
como soldados aguerridos
marcharemos hacia el triunfo muy unidos.
La reflexión es necesaria
debemos arremeter con bravura
lo que suceda en la vida
siempre tiene su parte positiva.
Cuidar la naturaleza es un gran desafío
un legado importante a ser concebido
salvar tanta belleza que por poco se ha perdido.
Aceptar los cambios es preciso
pues los nuevos tiempos han llegado
ser positivos es la meta
para liberarnos del pasado.
IMPACTO SOCIAL DEL CORONAVIRUS
Nelly V. B. Forni de Marina
(Santa Fe, Argentina)
Como un tornado en furor incontenible
el Covid 19 pone fin a miles de vidas humanas
en todos los países del mundo.
La sociedad entera se siente aplastada de dolor.
El hombre es consciente que se nace para morir,
pero le es incomprensible el ataque sin compasión
a multitudes de personas que no se pudo salvar
a pesar de los esfuerzos de la medicina.
Su acción fue y es espantosa .
Quizás es un llamado divino al hombre en general,
para que valore la vida y tenga una moral recta y fraterna.
Creo que el CIELO está cansado de la maldad humana:
existe violencia, guerras, violaciones, ambiciones nefastas
en todos los aspectos de las sociedades de cada país.
¿Por qué tanta necedad prima en lo humano?
Quisiera escapar a un bosque o a una pradera
para rodearme de verde y de cielo azul.
Mas es imposible por los incendios forestales
de los que no hay detenciones de autores.
Así despierta y se agudiza el miedo
y las enfermedades psíquicas.
Se agrega a ello la mortandad de seres inocentes,
de animales conocidos y desconocidos que habitaban
esos lugares para escapar de la ciudad.
A pesar de todo, la esperanza anida en el rezo piadoso.
No podemos entregarnos al vacío, y ya aparecen vacunas
de las que esperamos logren vencer al virus.
La Tierra debe renacer en una nueva creación
para proseguir la vida con FE en QUIÉN es DIOS TRINO Y UNO.-
ADVERTENCIA
Liana Friedrich
Argentina
«El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando,
con voz de arcangel»…(Tesalonicenses, 4:16-27)
Suavemente reptando en la oscuridad,
un fantasma echó sus semillas en los sueños…
Entonces una tétrica visión surgió
en el infausto eco del silencio.
Por estrechas callejuelas intrincadas,
otros trasgos se retorcían inquietos,
a la luz mortecina de las farolas.
Mi errática mirada fue deslumbrada
por el fulgor de una extraña luminiscencia
que como un rayo fundió el frío.
Entonces, bajo la luz iridiscente ,
vi multitud de personas
gritando sin palabras
gesticulando sin hablar,
oyendo sin escuchar,
el eco del silencio,
que irracionalmente como un cáncer crecía…
De pronto, en la niebla nocturnal,
igual que lluvia cayendo sobre el mar,
una voz se derramó en la multitud,
retumbando en las fosas del silencio:
«Atiendan, oh, necios, mi mensaje
para que pueda salvaros».
Entonces la gente se inclinó
frente al espectro sin nombre,
que como un mantra pronunciaba
los versos de los grafitis estampados en los tapiales,
las palabras de los muros olvidados
o las de la oscura boca del subte…
De pronto, todos aullaron
contritos, aclamando la voz
de la Verdad Verdadera,
en el eco del silencio
A CUANTO ESTAMOS….DE NOSOTROS MISMOS
Carlos González Saavedra (Charlitos)
Argentina
Cuando nos agobian con información
Cuando la incertidumbre es el único camino,
Cuando perdemos el norte
Cuando nos gobierna, el egoísmo.
Cuando el miedo cobra protagonismo.
Cuando no dejamos de vernos, el ombligo.
¿A cuanto estamos de nosotros mismos?
Cuando miramos de soslayo al vecino
Cuando no tenemos misericordia
Cuando se respira desazón
Cuando todo nos da, lo mismo.
Cuando esperamos que se caiga el otro,
Ocupando su lugar, disfrazado de oportunismo.
Hoy, hay un mundo distinto
Nuestra conciencia ha superado
limites que parecían infinitos,
Hoy escribo sobre el impacto emocional
que nos causa una pandemia.
Para mí ,es beneficio para cuatro vivos.
No hay impacto emocional mas importante
que la mirada de un niño, de un anciano
o un recién nacido.
Un enfermo en estado terminal
Un familiar cuando perdió, a su ser querido.
Un labriego, que trabaja para sentirse vivo
¿Cual ancho es el abismo?
Sino podemos o no nos dejan ser,
nosotros mismos
No nos dejan abrazarnos, acariciarnos
reírnos.
Todo lo que no hagamos,
Es solo la distancia que estamos
De nosotros mismos
COVID Y LA ESPERANZA
José Lissidini Sánchez
Uruguay
El mundo se ha trastornado;
¡ha llegado un terrorista!
Asesina a plena vista,
todo pueblo está marcado.
Obliga al Hombre ultrajado,
mujer y niño inocente,
ser cuidadoso y valiente.
Ante un vil y mal parido,
hasta que sea vencido,
lo adecuado es ser prudente.
En silencio se desliza,
sin discriminar humano,
es cruel y larga su mano,
de pensarlo aterroriza.
De todo se profetiza,
la cosa es estar alerta.
Existe una verdad cierta,
la plaga no es natural,
más se introduce fatal,
si dejas la puerta abierta.
Debe primar la cordura
firme, con el corazón, para que a tal
sinrazón, abatan paz y mesura.
No se avizora una cura,
y solo se ve pujanza
de temor y desconfianza.
Más entre llanto y lamento
pervivirá un sentimiento;
la eterna y fiel Esperanza
Vuela como mariposa,
lo que no damos valor,
besos, abrazos, amor.
Porque anhelamos preciosas,
cuando ya no están, las cosas.

DESPUÉS DEL AZOTE
Liliana Lorán
Argentina
Angustias y penas inundando el aire
de una tierra a otra, de un mar a otro mar,
gritos desgarrantes con rumor de muerte,
látigo azotando con golpe letal.
Nadie en este mundo olvidará nunca
el virus maligno que logró llegar,
desde una lejana comarca de oriente
a todo el planeta en pandemia mortal.
Familias aisladas, distanciados todos,
a puertas cerradas, pena y soledad,
y un futuro incierto de largas ausencias
anhelando horas de “normalidad”
Millones de vidas perdieron su aliento,
el mundo ha trocado su marcha, su andar,
gentes sin trabajo, escuelas vacías,
vacías las calles en todo lugar.
Pero hay en los hombres denodado esfuerzo,
herramientas nuevas para continuar,
para reinventar un sol cada día,
y una nueva aurora y un recomenzar.
Trenzando esperanzas, abriendo senderos
salud es la meta del grito en agraz,
salud para el cuerpo, las mentes, las almas,
un hombre nuevo… místico y veraz.
Habrá nuevas pautas marcadas a fuego,
actitudes nobles, solidaridad,
los tiempos vividos serán enseñanza
de vivir buscando, amar y soñar …
PANDEMIA
Cristina Noguera
España
Camino por la casa
entre pilas de horas.
Debo aislarme del mundo
entonces me refugio ahí
donde los paraísos cantan
las tormentas son diluvios
donde hay voces desconocidas.
Visto los vestidos de reina
en frágiles noches de luna.
Despliego las alas para viajar
de la mano de Neruda
Borges, Orozco, Balzac.
Con ellos deletreo historias
versos de miel y almendras
cuentos húmedos de lágrimas
aquel paisaje de ensueño.
Debo aislarme del mundo
Entonces leo.
OSTRACISMO (como aislamiento, ofrenda y/o desprendimiento)
Dra Amanda Patarca
Argentina
Yo soy la que está del otro lado de las cosas generadas por mi aliento;
del otro lado de los hechos, concretados por mis ganas, en otro tiempo;
del otro lado del espacio en donde ayer imperaba la certeza.
Lejana dimensión inolvidable aquella, dentro de cuyo centro se embrionó mi ser
sin imaginar nunca -como hoy, desde este remoto lugar lo estoy haciendo-
que un día, la vida cotidiana terminaría para mí, sin dejar yo de existir;
ganada por la muerte, mucho antes de morir.
Yo soy la que ahora espía sosegada detrás de las colinas
que ocultan los fulgores del sol sobre los mares;
la misma que hoy añora lo vivido y registrado en mi ayer;
el que me sonreía al cruzar por los puentes,
mediadores pasivos de rústicas labores.
Esos, los que allanando escollos del camino y actuando de soporte,
exaltaron sin voz desde su génesis, la firmeza pesada de su estirpe social
y la grandeza secreta de esta prosperidad global.
Pero la incertidumbre, que oscurece las mentes,
angustiando hasta el alma de los que como yo, detectan a los que tejen lento
y a los que exigen pan sin transpirar sus frentes,
no permite que yo espíe. Ella, con su energía incierta,
sólo instiga a sus aliados, sugiriendo.
Y así, asociada a ellos, mitigando la destreza de mis ojos,
terminaron, todos, reduciendo mi accionar normal
Por eso mi conciencia -la que observa conmigo replegada y ansiosa,
envuelta en la penumbra de este ocaso que aspira a eternizarse,
implora suplicando, el fin del singular suceso que engendra esta cuestión.
Y es ella, mi conciencia, la que desde el indicio de la luz del día,
hasta el último espasmo del sol en el poniente, me invita a contemplar, desde su propio ensueño,
-atrapada como estoy, y adormecida-
el trazado certero de mi sino al cual, ubicada de este otro lado de las cosas y los hechos,
me es imposible llegar a vislumbrar.
Si a mi conciencia mi destino inquieta, hermoso y cargado de sorpresas, debe ser, me digo
Él es el que implorándome, desde su línea horizontal, precisa y quieta,
a través del cielo diáfano en su azul de cristal puro, me sugiere anhelante
gritando y repitiendo como un eco, lo que mi ser desea, sin estar del todo convencida.
Y escuché lo que dijo: “Que sólo regresando a lo que entonces era,
proseguirá mi vida cotidiana, activada a mi manera, palpitante y feliz”
La vida que hoy percibo detenida, a oscuras todavía, y en vano secuestrada
moviéndose hacia abajo lentamente en silencio y en constante desliz,
motivo por el cual me encuentro aquí.
Y a pesar de todo, sintiéndome asombrada, me escuché respondiéndole: ¡Lo lograré!…
Lo lograré sin prisa. Sin pensar en venganzas por mi tiempo perdido;
desechando mi apego a este ostracismo gris que me mantiene al márgen.
Ubicándome lejos de las noticias falsas; olvidando recuerdos de forzadas caídas
y de la incertidumbre que se pasea airosa, indecisa y nerviosa, por todas las orillas. ¡Lo lograré!…
Curándome la herida asestada con saña, la que aún carga mi cuerpo con malsano rencor.
Sabiendo, sin embargo que la mía, florecida y sangrante todavía, ya dejó cicatriz.
IMPACTO PSICOLÓGICO»
Sarah Petrone
Argentina
Para comprender lo que hemos sufrido
en todo este tiempo, sólo deberíamos
hacer un balance, cotejar valores,
reunir en un canto las almas sin voces.
Sostener las manos del que no ha podido
dar consuelo ni un beso a sus seres queridos.
El coronavirus ha tragado historias
del infierno del Dante y vomitó las sobras
y en las sociedades se ha marcado un tiempo
como nunca antes se tuvo memoria.
Ya han pasado muchas, han llegado otras
pandemias y pestes, catástrofes y horrores
y la mente humana vaciando neuronas
espera su impacto en lo psicológico.
No hay una respuesta sensata. La obra
de Dios, ha querido mitigar de a poco
saneando el destino
y el aire y las aguas, la fauna y la flora
tomaron partido cambiando sus formas.
Entre los aplausos hemos dirimido
cuestiones temidas por las prohibiciones
y nos han quedado las manos vacías
al ser resilientes del trueque de roles.
Ni buenos ni malos, peor o mejores,
a pesar del mundo tan lleno de antojos
amamos la vida tal como nos toca.
Locura o castigo pero nuestra.
No hay otra.
TIEMPOS QUE APREMIAN
Susana Mirta Piñeiro de Valli
(Patagonia Argentina)
Me enseñaron hace tiempo a buscar seguridades
certezas que me otorgaran la ansiada estabilidad,
sin lugar a sobresaltos o inesperados reveses
que pudieran alterar cierto frágil bienestar…
mas hoy frente a tanto cambio que azota a la humanidad
no hallo asidero posible ante tanta adversidad
y aunque se sacude el mundo y todo cae a pedazos
me sorprende la violencia con que la vida hoy nos pega
y su vehemencia en lograr de una vez despabilarnos.
Dicen que a través del fuego, se vuelve el oro brillante
y que al pasar la tormenta se valora más el sol;
que de cenizas el fénix renace con nuevo brío
y del barro se alza el loto con envidiable esplendor…
Mujeres y hombres del mundo: démosle batalla al Mal,
la Vida que nos anima crece nueva cada día
y nos urge a continuar y a no perder la alegría.
Si Dios nos creó a Su imagen y nos dio Su bendición
¿será tal vez que llevamos ansias de resurrección?
Él es esa Roca firme que anhelamos desde siempre
busquémoslo, que escondido dentro nuestro ¡nos sostiene!
PANDEMIA 2020
Graciela Ríos Lobos
Argentina
Seguimos siendo malos
sin cuidar los mares
contaminando el aire,
talando árboles, de los bosques ancestrales.
Después de un centenar de años
olvidamos las guerras
las epidemias y pandemias fueron en vano.
La poeta optimista
nos enseña otra forma de tratarnos
y tratar a los que amamos
cuando volvamos…
Sin embargo
seguimos siendo malos,
se deshecha al inocente
se ocultan los avaros,
se incendian los bosques
se atacan a enfermeros y médicos
sin importarles nada…
Y los humanos,
algunos humanos no aprenden nada,
a los corruptos y asesinos soltamos,
los violadores recompensados,
y toda la rueda da vueltas
sin vacunas, sin defensas,
con barbijos, amordazados…
¿Para qué ocuparnos?
Algunos políticos la disfrazan
sus votantes los consienten,
no importa cómo la disfrazan
¡Cómo nos mienten!
Se oculta en la sombra
la eliminan en frases, en eufemismos,
“La verdad”, es cosa rara, está ausente
“La Justicia”, se ha olvidado…
La economía, en el mundo, ha estallado.
A pesar de todo
los Poetas resistimos
y recitamos hasta el hartazgo,
la esperanza está de nuestro lado
en la vida o en la muerte
nunca podrán callarnos,
ojalá como dijo aquella Poeta,
Kathleen O’ Meara,
por aquellos cientos de años
de pandemia y desolación azotados,
ojalá los humanos aprendamos…
LA PANDEMIA
Rosa Inés Vanni de Romero
Buenos Aires Argentina
Creíamos que estaba lejana
Y de repente llegó aquí.
Mirábamos por la ventana
Y no sabíamos qué pasaba.
Las calles vacías
Sin ruido ni voces.
Nos sentimos prisioneros,
En guerra, enfermos.
Desolados y angustiados,
Sin poder vernos,acercarnos
Ni besarnos o abrazarnos.
¡Qué extraño todo!
Pero de repente supimos
Que no estábamos solos.
Una mirada furtiva
Al vecino de al lado,
Un saludo con la mano,
Un aplauso, una canción.
Y la oración y el ruego
Al Papá del cielo.
La Vírgen ,nuestro consuelo.
Nos unió un clamor,
Un pedido de auxilio
Que recorrio el mundo.
Estábamos en la misma barca
Atravesando una tormenta.
Y seguimos remando,
Y nos consolamos,
Y nos animamos.
¿Habremos aprendido
Que todos nos necesitamos?
Que somos frágiles y pasajeros
Pero debemos seguir luchando
Y confiando en El Señor
Que a veces nos da un sacudón
Para cambiar nuestro corazón.
LLANTO
Dorothy Villalobos
New Jersey (USA)
Hoy lloro por mis muertos,
porque bien muertos estan
y mis lágrimas
no cesan, porque yo
no los puede enterrar.
Lloro por todos aquellos
que sin esperarlo a sus seres amados
perdieron sin poder a pesar
de su dinero salvar.
Ahora lloramos que lo que se pudo
hacer y no se hizo,
dejando a la ciencia sin escuchar,
creyendo que el hombre engreído
todo lo puede lograr.
Lloro por la ausencia de los
que nunca se podrá suplantar.
Y en nuestros corazones
Un gran vacío han de dejar.
CIRCULO LITERARIO LETRAS DEL ANDÉN DE Villa Mercedes ARGENTINA
DESDE URUGUAY LLEGUE MIS FELICITACIONES A TODOS ,POR VUESTRO COMPROMISO CON LA POESIA Y LA VIDA.
Gracias Eunate por la publicación de nuestros textos y poemas y a José Lissidini Sánchez por las felicitaciones a todos.
Un abrazo enorme
Teresita Morán Valcheff