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Enero 2021 nº 39
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AL SERVICIO DE LA PAZ Y LA CULTURA HISPANO LUSA
COLABORAN. Carlos Benitez Villodres (Málaga-España).-Lola Benítez Molina (Málaga-España).-Hugo L. Bonomo (Argentina).-Eunate Goikoetxea (España).-Jorge Bernabé Lobo Aragón (Argentina).- Ángel Medina (Málaga-España).-Gustavo Páez Escobar (Colombia).- Amanda Patarca (Argentina).-Piedad Romoleroux(Guayaquil-Ecuador).-María Sánchez Fernández ( Úbeda-Jaén-España).-Gladys Semillán Villanueva ( Argentina).-Jaime O. Solis Robledo (México). Beatriz Villacañas Palomo (Madrid-España)
DEFIENDO AL HOMBRE
Por Carlos Benitez Villodres
Málaga-España
LOS GRANDES PLACERES DE LA VIDA
Lola Benítez Molina
Málaga (España)
Sonidos de violines ensalzan al espíritu hasta alcanzar lo sublime. Amor nocturno por los Palacios de Aranjuez, Fontana de Trevi majestuosa, batuta de sentimientos que debilitan a la melancolía y que anidan en el embrujo del despertar de la primavera con amapolas en su creciente fulgor, suaves fragancias de perfumes que despiertan los sentidos a veces marchitos, sueños que alimentan el alma, juego de fagots, violonchelos en dulces atardeceres… son los grandes placeres de la vida: una sonrisa inesperada que te abre su corazón.
No me abandones en las horas de desdicha, que el jardín que abonamos florece con savia creciente y, aunque me pierda en esas noches oscuras, al despertar hallaré de nuevo el placer de compartir lo bello de cuanto se nos ofrece. Acompañada de Andrea Bocelli con su cantar a Granada o de Charles Aznavour en un paseo en góndola por Venecia, mi espíritu saborea el instante de lo prohibido, de lo que pudo ser y será. El corazón se engrandece de dicha y en mi interior nace un manantial, que fluye, por cada poro de mi piel, cascadas de aguas cristalinas sin que nada ni nadie las enturbie. Es el éxtasis que abre los intrincados caminos de la vida. El tiempo dejó de correr, respira sutil, y el sueño de una noche de verano alcanza la eternidad
¡Qué más se puede pedir en ese juego de la vida! Ya no hay tormentas. Es el nuevo resurgir. Ese resurgir, valga la redundancia, es el que muestran las sempiternas melodías de Bach, Debussy y un largo etcétera, o, el olor del lienzo recién pintado. Es el arte en estado puro.
Hay una frase del político, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano José Martí que viene a colación: “La felicidad existe en la Tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del Universo, y la práctica de la generosidad”, o una del escultor francés Auguste Rodin: “El arte es el placer de un espíritu, que penetra en la naturaleza y descubre que también ésta tiene alma”.
Siempre se ha dicho que es en la congoja cuando el hombre puede descubrir lo mejor de él, pues el dolor, a veces, es el motor que impulsa a las mentes creativas: una forma de subsistencia o de evasión, y es en ese preciso instante donde se halla el placer de la creación.
2.021 (Dos mil veintiuno)
Hugo L. Bonomo
-Argentina-
El año pasado debe haber sido el peor año de la vida de cualquier ser humano. Pero ya se fue y, nosotros, tenemos la sabiduría, el poder, la voluntad y la viveza para superarlo y dejar atrás todos sus nefastos intentos. De arranque, nomás, tuvo un influjo enigmático sobre todos, tan fuerte que, inclusive los que tienen que respetar el idioma, por su profesión, en lugar de mencionarlo por su nombre, lo apodaron veinte veinte. Un misterio indescifrable que, algunos dicen, estaba anticipando lo que venía, y su energía era tanta que, por medio de sus víctimas, anticipó, y remarcó todo el tiempo, que venía a cantarnos las cuarenta. Otros dicen que, el daño, es represalia por no reconocer su identidad.
Pobrecito, no sabe con quien se mete; ya festejamos, nos reunimos, comimos, chupamos, dejamos atrás todo lo que hicimos mal y, escuchamos, que los medios festejan nuestra alegre vida del veinte veintiuno… ¿Cómo? ¿Escuché bien? ¿No fuimos capaces de llamar al nuevo año por su nombre legítimo?
Si es así; seamos realistas, y no nos quejemos si viene a cantarnos las cuarenta y uno.
YA NI EN LA PAZ DE LOS SEPULCROS CREO
Por Antonio Camacho Gómez
-Argentina-
Parafraseando al poeta que expuso tan extrema y categórica afirmación, valedera para el título, podríamos decir que ya ni en la paz de los sepulcros creo después de informarnos y sorprendernos, en su momento, con la desaparición de las cenizas del Alighieri, no «Dante». Porque conviene aclarar de paso que el artículo debe anteponerse únicamente al apellido, no al nombre y, por ende, la contracción de la preposición de y el artículo el, es decir, del.
Pero retomemos el hilo del asunto de la sorpresa, aunque a esta altura de la historia humana el poder de asombro debiera estar agotado. Sin embargo, se producen hechos que, por su índole, podrían figurar en esas prolijas exposiciones de lo insólito; en esos pormenorizados registros de lo inusitado o extraño y que convocan el interés del más indiferente e inconmovible. Y uno de esos sucesos es el antedicho. Que llamó la atención del inexperto en lides literarias, del ignaro en cuestiones librescas al saber que también los restos de un difunto pueden ser conservados dentro de un sobre amarillento, o de dos para ser más exactos, como rezó el informe de la agencia británica que lo lanzó a los cuatro vientos del diarismo ecuménico. Y preocupado, lo que quizás resulte un pálido reflejo sentimental al definir el estado de ánimo de los fervorosos apologistas, epígonos y exégetas del genial florentino, a cuantos, legión en el insondable océano del estudio, la interpretación filosófica, el buceo analítico del verso, la entonación de las estrofas, la simple lectura del poema, lo miran en el alto sitial en que se halla. El más elevado en la letras italicas y uno de los sobresalientes en el mundial de todos los siglos desde que el hombre, fuera el emperador Fo-hi, al que los chinos atribuyen su invención, los egipcios, por medio de los jeroglíficos, mayas o sumerios idearan un sistema de signos silábicos de carácter alfabético.
Su vida fue tumultuosa y agitada como el itinerario incierto corrido por su cuerpo tras la expiración en Ravena, el 14 de septiembre de 1321, donde comió el duro pan del destierro por su apego a la peligrosa política de la época, tan cambiante y fecunda en intrigas; adherente vital a un partido, el de los guelfos, que sucumbió ante la contundencia gibelina. Ostracismo que no pudo evitar su amplio dominio de los conocimientos de aquellos tiempos en que la teología, la matemática, la música, la astronomía, el naturalismo, la filología y la historia estaban en auge y lo tuvieron como un intérprete de fuste; aunque fuera la literatura, espejo inmarcesible de su apasionada y apasionante singladura humana, la tierra propicia en la que germinó la semilla de su genio perdurable. Puliendo y enalteciendo la lengua itálica hasta convertirlo en su forjador. Y utilizando esa herramienta purificada para alumbrar ese poema épico que con el nombre inicial de Comedia, a partir del siglo XVI, de Divina Comedia, no sólo glorifico a la Beatriz Portinari, idealizada en múltiples sonetos juveniles, que agitó tempranamente su corazón, y para siempre, aunque casara y tuviera hijos, sino que pretendió la tarea inacabable de perfeccionar al hombre.
Dante Alighieri, de tan dura experiencia en tareas de gobierno como uno de los seis » priores» que ejercieron el poder civil en Florencia y en las revueltas políticas de las que fue activo participante, exiliado y perseguido; desdichado enamorado a nivel histórico, viajero imaginario por las profundidades infernales en la epopeya en la que el gran poeta latino Virgilio es atento compañero; lírico y realista, de imaginación deslumbrante y viva inquietud por los gobiernos de los pueblos que evidencia en De la monarquía, como plasma su preocupación científica en El convite, seguramente se sorprendería también del destino de sus despojos. De la peripecia de unos huesos que, » polvo eres y en polvo te convertirás», de la tumba de Ravena, vieja capital del Imperio de Occidente, llegaron fragmentados, al cajón de un escritorio en la Biblioteca Nacional florentina para extraviarse culminando un recorrido tan convulsionado como el que anduvieron en vida.
Y SEGUIMOS….
Dra Eunate Goikoetxea
Alicante.España
El mundo sigue confinado, cada uno en su arca de la Esperanza esperando arribar a buen puerto, pero aun nos quedan días de navegación…El coronavirus se lo ha llevado todo por delante: son muchas vidas las que desgraciadamente se está cobrando este covid-19, y en un segundo plano, muchas tradiciones y costumbres que formaban parte de nuestra vida diaria. Y nuestra libertad de movimientos. Han pasado ya casi diez meses desde que sufrimos el primer confinamiento y nuestras vidas han adquirido un nuevo significado, Son demasiadas los meses de pasión por las que vienen transitando tantas familias, demasiadas, con una entereza digna de admiración. Cualquier año, en las pasadas fiestas navideñas, millones de personas estarían felices porque habían disfrutado con las vacaciones de navidad. En cambio este año no hemos podido abrazar a nuestros seres queridos, ha sido una navidad diferente. Pero en este calendario que manejamos ahora los días rojos ya no son los de fiesta. Solo se marcará en rojo, el día que podamos movernos libremente,. Y eso ,está aún por marcar…Mientras unos estamos cuidándonos, para así cuidar a los demás, están los descerebrados, esos a los que todo les da igual, que se creen inmunes a la covid , que se saltan todas las normas, con el fin de celebrar fiestas. El psicólogo social y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Guillermo Fouce, cree que estas personas responden a dos perfiles: los egoístas, que piensan que como a ellos no les afecta el virus tampoco les va a afectar a otros y sólo piensan en su bienestar, y otro grupo de personas que asumen los mensajes negacionistas y no se creen la gravedad de lo que está ocurriendo.
«Las posturas egoístas quizás tienen más peso, centrarse en uno mismo y olvidarse de los demás para posteriormente justificar ese comportamiento en que nos están engañando. El negacionismo para justificar el egoísmo».
El miedo al contagio sigue sobrevolando sobre nosotros y a la vista de los datos diarios, nos preguntamos ¿tendremos la tercera ola? Somos más resilientes de lo que pensamos en un primer momento, pero la crisis también agudiza las malas situaciones personales quizá por eso nos haremos muchas preguntas, entre ellas, ¿qué tipo de sociedad surgirá a partir de esta crisis? A propósito de esto, y en la línea de relativizar .Es verdad que estamos confinados perimetralmente y que es duro, no poder abrazar a muchos de nuestros seres queridos pero estamos en casa, con comida, con wifi… encerrados dentro de unos parámetros de confort. Si no distorsionamos esta realidad esta llamada nueva normalidad, debería valernos para reflexionar sobre lo que realmente importa y ahora debe de importarnos salir de esta emergencia que está causando dolor. Si le damos sentido a lo que estamos haciendo, si entendemos el sentido de este sacrificio, la factura que nos pase la covid 19 será mucho menor. Al principio mirábamos este virus con recelo, sin darnos cuenta de que era una oportunidad para parar, pero parar de verdad… Y de pronto, nos damos cuenta que echamos de menos lo que de verdad nos han arrebatado: el contacto real, por eso hemos de aprovechar estos días para, estar con uno mismo y echar de menos todas esas cosas normales a las que antes no se les daba importancia: un abrazo, una comida familiar o una cena con amigos. Creo que una de las mejores cosas de estos días está en saborear los abrazos que daremos a los nuestros al salir, la libertad que sentiremos. Todos nos repetimos. Sigamos, aguantemos, confiemos, no perdamos la esperanza. Es ahora cuando nos damos cuenta que lo importante y lo que nos hace felices ya lo tenemos, y está más cerca de lo que pensamos.Ya queda menos para que las aguas vuelvan poco a poco a su cauce, el virus nos ha enseñado la fragilidad de la vida, que no somos imprescindibles, que todo lo que tenemos puede desaparecer en cualquier momento y que lo único que puede hacernos salir de esta es unirnos. Unirnos sin importar la raza, el sexo, la religión o las ideas políticas. Unirnos como personas. Cuidarnos como humanidad.
España ha adquirido 120 millones de dosis de la vacuna de Pfizer. La primera fase, que se inició el domingo 27 de diciembre, se extenderá hasta febrero o marzo, un período en el que se inmunizará a 2,5 millones de personas y, según los cálculos del Gobierno, se estima que para finales del verano de 2021 «más del 70% de la población» esté vacunada, momento en el que se alcanzaría la inmunidad de grupo.
Sin embargo, tal y como afirman algunos expertos, es probable que la vacuna no acabe con el virus, lo que hará que algunas medidas de prevención, como el uso de las mascarillas, se mantengan durante un tiempo.
Aunque pueda pensarse que el virus del SARS-CoV-2 no discrimina entre ricos y pobres a la hora del contagio, el desarrollo de la pandemia ha demostrado que, una vez más, son los más vulnerables los más afectados, tanto por su mayor prevalencia de enfermedades crónicas, como por la falta de acceso a servicios esenciales. La mayor movilidad debida al trabajo de sus habitantes podría explicar la mayor incidencia de la enfermedad en los barrios más pobres.
LA TORMENTA QUE ANUNCIA UN NUEVO AÑO” 2021
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón.
Tucumán-Argentina
En el cálido verano siempre es bienvenida la lluvia que venga a restituir la humedad que se robaron los secos vientos del norte. Los últimos días de Diciembre siempre las nubes se levantan y cae un chaparrón. Un chubasco a veces modesto pero que alcanza para que las plantas gocen de un alivio y se asiente la tierra agobiada con ganas de más agua. Que llueva, que llueva…la vieja está en la cueva, los pajaritos cantan…que sí, que no, que caiga un capuzón…recitaba mi Madre. La gente baquiana, se da cuenta como un radar viviente, cuando está por caer el aguacero. El resueno que suele anticipar la borrasca se mantiene continuo y grave. Embelesado siento que las miríadas de piedritas chocan contra el suelo. El caer de cristales de hielo desde un alto cirrus que atraviesan la humedad de un cúmulo, suenan como una melodía, cuando los pedruscos entrechocan entre si formando una cortina de cristal. Llueve a cántaro y el agua, cae sin relieve sobre las piedras, y la tierra ávidas de lluvia. Cuando sentía que mis fibras íntimas querían nuevamente desplegarse como un pájaro errante para abrazar y descubrir el universo, se largó la granizada en seco como si de repente se abrieran la puerta del cielo. Feroz…Fulminante. Piedras del tamaño de un huevo de gallina. Al ruido de la pedrea sobre los techos, en el acto se le sumó el de las plantas que se desgajaban y de los árboles que se venían abajo. Qué habrá durado, nada menos que cinco, nueve horas. La verdad que la tormenta que parecía una simple borrasca, me dejo impresionado. Una tormenta mayor de viento, agua y piedra. Una lluvia de verano que al fin ceso. Con mi cuerpo sin mojarse pero en estado de meditación incorpórea, percibo con absoluta claridad los movimientos de la naturaleza que nos adelantan un año nuevo de esperanza y prosperidad insospechada. Es que el cielito necesita llorar de vez en cuando. Después de la tormenta siempre llega la calma. El sol siempre sale. Hay palabras que suben como el humo, y otras que caen como la lluvia. Las nubes vienen flotando hacia mi vida, ya no para traer la lluvia o acompañar la tormenta, sino para agregar color a mi puesta de sol. En mi trasformación etérea se desprende como una descarga un grito de optimismo. Un Año Nuevo, como portal sostenido por 365 vigas, nos espera. La sed de los recuerdos y la pandemia tendrán lluvias de olvido. Un calendario, con 365 días virginales, aguarda el color de una nueva ilusión. De inmediato mi cuerpo astral toma la posición de súplica. Mi mente en un ruego vivo suplica para que la Paz que nos dejó la Navidad, no se apague con el cañón de la violencia, ni se marchite el anhelo que el hombre abriga. Que los 12 meses que nos saludan, sean oportunidades para ser mejores, dejando atrás el no puedo más y él no te metas. Atrás quedó lo viejo y nos espera lo nuevo. Olfateo el sabor a lluvia y siento el viento, junto al verdor de las plantas, el sexo de las flores y el polen de la risa. Como si infinidades de estrellas se lanzan confundidas en gotas de lluvia. El Señor, con su Nacimiento, ya alumbró cada mes de este Año Nuevo que se avecina. La Virgen Sagrada nos infundirá 365 soplos de aliento divino. Desde la altura mirando la tormenta que se apacigua lentamente y los cristales de hielo hundirse en el suelo ávido, en silencio brindo, saludo a mis lectores y editores amigos, añorando que la bienaventuranza se anide en el corazón de cada uno y puedan seguir acompañándome en mi vuelo de pájaro y sueño. Es que la vida es lluvia, fuego que arde y viento que se expande. Vive querido amigo. Aférrate a la vida que es trueno en el cielo y sol que da luz. Lucha siempre por tus sueños. Feliz año nuevo, que con la Bendición de Tata Dios, el bichito malicioso quedara en el olvido.
LAS DOS ESPAÑAS
Por Ángel Medina
Málaga-España
“Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir emieza,
entre una España ue muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.”
Los versos de nuestro poeta y filósofo, el inmortal Machado son como un bisturí que rasga con la palabra desnuda. Mas, siendo demasiado serios tratemos de expresarlos con cierto desenfado.
Hay relatos de difícil comprensión cuando se quiere ahondar en su literalidad. En el momento que dos partes se oponen diametral y visceralmente, los argumentos de una son rechazados con un “tú más”, y así no hay manera de entenderse. Por eso, en ocasiones hay que arroparlas con ciertas pinceladas poéticas. Y es que la política se ha metamorfoseado no pocas veces en un espectáculo grotesco.
Los conceptos derecha e izquierda nacieron de la insurrección francesa. Los diputados de la Asamblea se dividieron en dos grupos enfrentados. De un lado estaba la “Gironda”, que se situó a la diestra del Presidente, y del otro la “Montaña”, a la siniestra. Los primeros deseaban restaurar el orden monárquico, en tanto que sus oponentes se decantaban por el revolucionario, concluyendo con la época del Terror.
Parece como si los líderes se hubiesen vaciado de ideas, y tal predijo Marx, lo que impera es la miseria de las ideologías. Así, la actual política se ha convertido en un enfrentamiento de valores y contravalores, de buenos y malos. En suma: antagonismos por la supremacía. Todos dicen servir al pueblo, pero mucho viven a su costa. Es el reclamo del poder.
El bipartidismo ha acabado por engendrar una serie de abortos en cadena, que son los “sub-partidos”, los cuales procuran su propio clientelismo, generándose no poca confusión a la hora de configurarse un vencedor. Los perdedores unidos pueden alzarse con la poltrona y los que ganan, perderla. Si el bipartidismo ha concluido agotando el sistema, la alternativa no es mejor. Se impone saberse qué y a quién se elige. Pero antes de los comicios, no después. Tal vez por eso, empieza a especularse con retomar el mal menor, es decir, optarse entre dos y no entre una docena de banderías. Los acuerdos de los bloques han de adoptarse antes de las elecciones, constituyéndose en uno solo, ofreciendo cada cual el programa resultante de la suma de sus integrantes. Después, allá cada cual con su sufragio.
Así las cosas, se alumbró a una nueva facción, virginal y pura, que respondía a las siglas “P.U” (Política útil)
Y como no estoy- ni creo que ninguno de ustedes, sean del país de la piel de toro o cualquier otro de la geografía mundial, ya que los problemas no difieren mucho en el fondo- para muchos experimentos, pues el país no avanza desde los tiempos en los que se decía que en España nunca se pone el sol, en parte por las políticas aplicadas y quienes las administraban, amén de que tanto galos como anglófilos hicieron todo lo posible por perjudicar los intereses patrios, con mayor razón y pese al escepticismo por los modernos salva patrias, tragándome mi incredulidad y dudando (una vez más) de si sería algo diferente, acudí al mitin inaugural.
Antes, quien tenía que convencernos con su programa acudía elegantemente vestido y aseado. Ahora, los tiempos han cambiado, y el orador bien puede ser un sujeto que viste vaqueros descoloridos y agujereados, con aspecto canalla y sin rasurarse. Y tras estudiar al auditorio, comenzó a desgranar el rosario de promesas que todos esperamos y deseamos oír. (sic)
Sus primeras palabras fueron “puedo prometer y prometo”, -de la traducción latina sic erat scriptum-, que un eximio gobernante acuñó en sus mítines durante la primera etapa de la Transición española.
A la banca la obligaría a conceder préstamos con bajos intereses. A los representantes públicos les exigiría que hubiesen cursado la carrera de politología, ser tecnócratas experimentados y someterse a un examen previo que lo acreditase. Nada de advenedizos puestos a dedo por los partidos, a los que nadie conoce, y cuyo único mérito es la fidelidad a su amo. Fin a la corrupción. Había que acabar con los mangantes. Los salarios de los servidores públicos habrían de reducirse. Demasiada gente en la casta ganando pingües sueldos para lo mal que gestionan el país. Revocación de las leyes nefastas que dividen a los españoles, promulgadas por anteriores gobiernos (¿en qué cabeza cabe, tras haberse superado durante el periodo de la transición los enfrentamientos de guerra civilista, retomar el tema y volver a traer rencores superados?). ¿Y qué decir de la alianza de civilizaciones, que conducen a que esas culturas ajenas a las de Occidente- y que nos han costado dos milenios en consagrar a duras penas- penetren en ellas como el cuchillo en la mantequilla, sin renuncia o merma en las suyas propias? (Por si no se entiende y entre otras medidas, si 50 millones de almas viven en Europa, adquieren la nacionalidad y procrean más que los nativos ¿no acabarán imponiéndose?
Algo importante: el obligado cumplimiento de las promesas electorales. Nada de ofrecer soluciones y traer calamidades. Nada de recibir una economía saneada y entregar paupérrimas las arcas del Estado. Por eso, los gobernantes, una vez finalizado su mandato deberían ser sometidos a juicio para reconocérseles los méritos (no hace falta la concesión de un marquesado o ducado alguno, que puede interpretarse en estos tiempos como facha), o por el contrario ser enjuiciados por un tribunal popular.
(Hasta aquí, y como introducción, he de confesar que no me desagradó lo que decía, aunque no pude evitar preguntarme, que, de ser así, serían escasos los aspirantes a estadistas)
– Nuestro partido va a cambiar las cosas- prosiguió impertérrito, y hasta diría que envalentonado, al observar la sonrisa boba dibujada en la mayoría de los rostros- ¿Cuál es el principal problema que tenemos los españoles? ¿El paro y la precariedad en el trabajo? ¿Las hipotecas y los desahucios? ¿Acaso la corrupción imperante en y de los partidos y sus correas de transmisión? ¿Los jóvenes sin porvenir? ¿Tal vez los hijos, que no pueden abandonar la casa de sus padres para independizarse? ¿El endeudamiento con Bruselas que tenemos y que nos va a venir, como consecuencia del virus? ¿Será el problema de las Autonomías, que ni derechas e izquierdas saben solventar, pero que nos cuestan millones de euros, y todos nos preguntamos para qué sirven realmente? ¿Será la inseguridad ciudadana y la violencia doméstica? ¿El feminismo radical y rancio? ¡No! – se le escapó un grito agónico, torciendo el gesto- El obstáculo que se interpone ante todo es el de la división de la Patria (que no se interprete como una apropiación de la derechona)- precisó el término- en dos corrientes ideológicas. Mejor dicho, en tres- puntualizó-: los nacionalistas, los conservadores y los progresistas.
Pues bien- prosiguió desbrozando su programa-, nosotros hemos concebido la solución.
El unánime clamor de un sonoro ¡Ooh! Inundó la sala.
– Para ello dividiremos el mapa del país en tres partes. El primero para las dos autonomías históricas que realmente pueden ser consideradas nacionalistas (el resto, sabemos que se adhirieron para no ser menos en el reparto de la tarta), a las que concederíamos lo que machaconamente vienen pidiendo, aunque para ello habrían de devolver a las demás todo lo que han recibido del Estado para su industrialización desde la unificación de los reinos que configuraban el país allá por la Edad Media.
El mapa restante se dividiría en dos partes, practicándose políticas de droits et gauches, viniendo a convertirse durante los cuatro años siguientes en dos naciones con economía propia.
Llegado a este punto del discurso algunos comenzaron a cuchichear e incluso fueron abandonando el local, pero el “espartano” prosiguió desgranando su programa como si tal cosa.
– Cada bloque agrupará en torno a sí a sus afluentes ideológicos, de manera que al elegir se sabrá qué ofrecen cada uno, y también qué es lo que se vota, ya que las corrientes radicales estarán integradas antes de los comicios, y no después, alterando la voluntad del sufragista, que vota a uno y resulta ganador la suma de perdedores. ¿De qué sirve proclamarse de izquierdas si se vive como nuevos burgueses? ¿De qué de derechas, si se mantienen las desigualdades?
El dicente derramó su mirada de águila miope por encima de las conchas de sus gruesas lentes, al tiempo que un par de abueletes con cara de aburridos desfilaban en busca de la puerta.
– Si confían en nosotros ya no tendrán excusas por el incumplimiento del programa, pues no podría achacarse a la odiosa oposición. Unos conservarán como unidad monetaria el euro y otros retornarán a la peseta. También podrán elegir entre mantener las relaciones con Occidente, y a la cabeza los yanquis, o con el Este y el mundo islámico. Optarse por la enseñanza privada- mejor preparación- (¿si no, por qué mandan los políticos a sus hijos a los colegios privados?) y la pública (más igualitaria). Y otro tanto con la Sanidad (bien se ha visto de las carencias al paso de la plaga bíblica) También, decantarse por la protección de la vida en sus diferentes etapas o “vender” el producto para incrementar el caladero de los votos.
El eco de sus palabras fue interrumpido por el ronroneo de unas mujeres con caras estiradas y el consiguiente movimiento de sillas, que, puestas en pie profirieron en delicadezas contra el conferenciante, dejando aún más vacía la sala.
– Optarse por un modelo de familia: la tradicional, esto es, padre y madre, o la otra, compuesta por dos madres o dos padres. Prohibirse o legalizarse las drogas. Diferentes sistemas económicos: propiciarse el ahorro, la inversión para el futuro, o una política de gastos, hipotecándose a la Nación (después vendrán los acreedores y exigirán ser pagados, y no pudiendo respondérseles se declarará al Estado en bancarrota, y por consiguiente su rescate, elevándose el endeudamiento). Elegirse entre laicismo (¿qué es la historia del materialismo dialéctico sino el fracaso del proyecto humano?) y la religión. Uno de los bloques se decidirá por la sociedad del libre mercado, esto es, el mundo liberal, y el otro por el de la privatización, asumiendo el Estado el papel de garante, cercenando la creatividad a costa de la seguridad (hasta dónde puedan, como ha quedado acreditado con los sistemas comunistas) El Pueblo está exhausto de pagar impuestos, pero ¿hasta qué punto son rectamente administrados? Uno los incrementará y el otro podrá reducirlos, a expensa de aumentar el endeudamiento externo o poner freno a los gastos necesarios.
Llegado a este punto observé que el resto de los concurrentes habían hecho mutis. Entonces, el “melenas” clavó sus pupilas en las mías, interpelándome.
– La gente no tiene ya fe en los que les mandan. Lo que nosotros proponemos, no es sólo desterrar el pluripartidismo, tan letal como se ha visto, donde cada cual busca sus propios intereses, sin importarle el costo para el resto del País, sino ir más allá y poder prescindir incluso del bipartidismo, quedando al final un solo bloque para así cohesionar la Nación bajo una misma bandera, un mismo credo y una sola lengua. Pero, ¿usted no se va?- me miró con cierta extrañeza.
– Dígame una cosa: ¿qué pasaría después de los cuatro años? – quise saber la conclusión.
– Lo tenemos todo planificado- me respondió categórico- Al término de ese tiempo se valoraría la situación actual de cada uno de ellos, y en consecuencia, se reunificaría el país bajo la égida y la política del que mejores resultados hubiese obtenido. Esto es, una sola España unida y potente.
– Estamos solos- recorrí rápidamente la sala con mirada de lince- Déjeme preguntarle una cosa. ¿Usted se cree todo lo que ha dicho? ¡Dígame la verdad!
– Yo no. ¿Y usted? – me sorprendió con su laconismo.
– Confieso que me ha hecho dudar. La situación es tan frustrante que la gente necesitamos un poco de esperanza, aunque sepamos que nos engañan.
– Pues eso mismo es lo que me digo yo para estar aquí. Ya ve que los políticos somos todavía de alguna utilidad, a pesar de vender humo tantas veces.
LA IGLESIA DEL SÍMBOLO
Por Gustavo Páez Escobar
Colombia
Es difícil comprender en nuestros días la fe de los primeros cristianos que, con una sonrisa, se encaraban al peligro sin importarles sacrificar la vida en defensa de sus ideales. Con esa llama interna avasallaron al mundo. Quedan hoy, como vestigio de una raza valerosa que hizo tambalear poderosos imperios, las ruinas del Coliseo Romano donde fueron sacrificados miles de creyentes que pagaban el tributo que le rendían a su Dios. Penetraban al imponente y temible escenario en huestes ordenadas, con el pecho listo para el sacrificio y un cántico en los labios.
Proliferaban en el mundo las llamadas religiones paganas que no adoraban al Dios de la Biblia, sino que cada una tenía su propia divinidad, cuando apareció la religión católica. Resulta sorprendente el surgimiento de esta Iglesia que nacía de la nada y que no llegó a significar siquiera un temor para los otros cultos, numerosos y fuertes, que se disputaban la supremacía de aquellos tiempos, si bien entre ellos mismos no se observaban grandes diferencias de principios, tolerándose inclusive la coexistencia de templos y de dioses que se erigían en Atenas o en Roma sin ninguna restricción.
Con el correr de los días se impondrían las doctrinas de los seguidores de Jesús de Nazaret. Las gentes que creían en ellas eran cada vez más nutridas, y eran toleradas, hasta que tiranos como Calígula, temibles por su furia, se sorprendieron con la presencia de estos sencillos hombres, y arremetieron contra ellos.
La nueva religión se apartaba de la esencia materialista que era el signo de la época, para proclamar la parte espiritual del ser y la creencia de un solo Dios verdadero. Los demás no pasaban de ser ídolos de barro. Aventurado empeño el de estos hombres que se resistían a reconocer deidades tan afianzadas como la de Zeus, el padre de los dioses, según la mitología griega, o la de Apolo, en cuyos altares se depositaban ofrendas para protegerse contra las desgracias y salvar el alma.
Los cristianos hablaban en voz baja de un judío que hacía milagros. Se levantaba, en la sombra de las cuevas, una Iglesia silenciosa que conseguía más adeptos con la palabra convincente y el ademán humilde. Las otras religiones, caracterizadas por la violencia, por la bizarría de las espadas y por el ímpetu de las guerras, no creyeron que la secta que entonaba cánticos en las catacumbas y dibujaba frágiles figuras como la de una paloma o un pavo, símbolos de la paz y de la eternidad, pudiera competir con la bravura de los armamentos y la fastuosidad de otros dioses. Las enseñanzas del judío de Nazaret se tomaban más como supersticiones, con un fondo de locura, que como un credo que pudiera merecer cuidado.
Pero poco a poco la nueva agrupación se convirtió en un reto. Era una amenaza que conspiraba contra el poder público. Con asombro se veía que valientes soldados dejaban sus armas para seguir a un menudo hombre que enardecía multitudes sin más herramienta que la palabra inspirada, y la fe por un imperio que se pregonaba superior al de los ídolos paganos. Llegaron las persecuciones, con todos los horrores de una época desencadenada.
La Iglesia, a través de los siglos, ha pasado por grandes crisis, tras de los actos heroicos que dieron comienzo al cristianismo. A más de no comprensible por completo el valor de los primeros cristianos, se mira hoy su temple como algo insólito en medio del mundo desenfrenado en que tuvieron que luchar.
Un día aparecieron dos Iglesias cristianas, que siguen subsistiendo: la occidental, con sede en Roma, y la oriental, en Constantinopla. Esta última, conocida como la ortodoxa griega, mantiene un gran ámbito de poder civil y no reconoce la autoridad del papa como jefe de la cristiandad, no obstante que una y otra difieren muy poco en sus creencias.
Más tarde se suscitaría una aguda división entre pontífices y emperadores romanos, en disputa del poder civil, hasta protocolizarse la separación entre el este y el oeste, con divergencias posteriores que desembocarían en el “gran cisma” que partió la armonía. Los papas de Roma se han sucedido con pocas disensiones, si bien no han faltado en el seno de la Iglesia momentos difíciles que han hecho zozobrar los fundamentos de los primitivos cristianos.
No han estado ausentes, como en todo poder material (y recuérdese que la Iglesia llegó a ser muy rica), las ambiciones de prelados con afán de comodidades. Clérigos sueltos se preocupaban más por las cosas materiales que por las cruzadas de la fe. Se olvidaban los votos de pobreza, castidad y obediencia y se daba rienda libre a indebidos apetitos.
Y ha llegado la Iglesia, entre grandezas y con las debilidades del hombre, a este siglo veinte. Ha estado sometida a la prueba de los tiempos, a los conflictos de las generaciones, a la metamorfosis de las costumbres. Pero no obstante los grandes temporales, sigue flotando esta barca que empujaron aquellos sencillos y valientes hombres que, con una sonrisa en los labios, se enfrentaban a las fieras. La fe, con todo, no es la misma, y se ha debilitado en grado sumo. No se concebirían, en nuestros tiempos, ni las catacumbas ni el circo romano.
La Iglesia afronta tiempos duros. Se debaten controvertidos temas sociales y complejas cuestiones religiosas que golpean en la conciencia de los pueblos. Hay deserciones eclesiásticas, unas por veleidad, otras por convicción, otras por incertidumbre.
Problemas como el de los anticonceptivos y el aborto son verdaderos enigmas para la conciencia. La gente se mueve entre la duda y la angustia y no siempre recibe la orientación que busca y necesita.
La crisis no solo es para la Iglesia católica. Es la distorsión de los valores morales. Y la Iglesia, en medio de esta marejada, procura no irse a pique. Hay sacerdotes de avanzada que entienden el cambio e interpretan los documentos conciliares, y otros andan desactualizados. Es la hora del choque, de la sorpresa espiritual. Hoy un sermón empalagoso no se resiste. Los fieles siguen a los sacerdotes modernos y buscan flexibilidad y comprensión.
Se ve renacer, sin duda con esfuerzo, para poder contemporizar con esta época de evolución, una Iglesia moderna. Parece que el reto que se les presentó a los primitivos cristianos no difiere mucho con el que ofrecen nuestros días. El mundo —y esto es incuestionable—, por más que nade entre la frivolidad, no podrá sostenerse sin la fe de aquellos hombres. Es preciso mirar más que a la Iglesia del ajuste, a la Iglesia del símbolo, a la que preserva la fe y la esperanza entre las vicisitudes de este mundo caótico que necesita de Dios.
INCONGRUENCIAS DEL DISCURSO ACTUAL CONCERNIENTE A IDEOLOGÍAS CONTRADICTORIAS
COMO LO SON EL LIBERALISMO-CAPITALISTA Y EL COMUNISMO SOCIALISTA
Dra Amanda Patarca
Argentina
Hoy domingo, en la Iglesia se habló de la Misericordia de Dios. De los conceptos vertidos referidos a la vida comunitaria de los primeros cristianos, derivó la necesidad de hacerla conocer, por tratarse de una disciplina virtuosa, un poco olvidada por parte de los católicos, para devolverle la jerarquía que, con el paso de los años, fue perdiendo. Se está tratando, así dijo el sacerdote, de que los seres humanos se muestren en estos tiempos actuando a favor de los inocentes, con un índice de misericordia mayor. No se habló de lo que significaba, hoy, ser inocente porque se lo dio por consabido. Creo que habría que ahondarlo para ubicar al inocente en su justo lugar y así nunca más llegar a ser injusto con él.
Últimamente vengo escuchando muchas cosas que no entiendo, tal vez porque intuyo que no llegan a calzar como debieran dentro de la realidad en la cual todos vivimos sintiéndonos como víctimas cada vez más apabulladas por las demasiadas exigencias a cumplir. Pero lo que más me preocupa es el doble discurso, generador de conductas ambiguas, que se hamaca entre la cristiana ideología del compartir, aplaudiendo la referencia histórica de la vida de los primeros cristianos constituyentes de la comunidad ideal, anhelada o soñada por haber sido en su inicio supervisada por Jesús, y la actitud asumida por los rezagados, carenciados, desplazados de los sistemas políticos en funcionamiento, para los cuales ese tipo de comunidad, mal conocida y por lógica consecuencia mal interpretada por ellos, se asemeja mucho a la aceptada por los seguidores de la actual ideología política del por siempre renovado comunismo de izquierda. Para que se entienda lo que pretendo expresar, debo decir algo que por obvio no debería repetir, pero lo repetiré: Que las comunidades de los primeros cristianos, guiados por el Espíritu Santo de Jesús, vivieron en comunidad mientras pudieron hacerlo, siendo ellos mismos sus propios administradores. No contando, en consecuencia, con ningún tipo de gobierno político, institucional, que hiciera las veces de administrador-repartidor de lo que habían acumulado para distribuir. Eso así, por haber optado, desde sus orígenes, prescindir de él (del referido administrador-repartidor-institucional) de manera instintiva y además espontánea.
El doble discurso (del cual reniego, rechazándolo) con el cual, últimamente, me han acostumbrado a convivir no sólo los ciudadanos comunes de clase media baja -los que reconozco constituyen la gran mayoría de cualquier país de América Latina- sino además, aquellos que, abiertamente muestran sus preferencias y ejercen su especial simpatía por el régimen político llamado socialismo o, de manera abierta por el llamado comunismo- se basa, no sólo en pretender que Jesús y sus discípulos fueron la raíz o numen esencial gestador del régimen comunista, con cuyas enseñanzas bíblicas, tergiversadas, pretenden aleccionar a los desprevenidos haciéndolos caer en un grave error, ya que Jesús de comunista no tenía nada, sino en colocar ese tipo de afirmación en abierta oposición -aunque ubicadas en yuxtaposición en lo que respecta a su uso práctico- de lo que marcan los hitos relacionados con la carrera -o marcha- que algunos seres humanos emprendieron, desde el principio de los tiempos, con absoluta libertad y con un único rumbo movilizador, emergente de su libre albedrío: bregar, por derecho propio y por el de sus seres queridos menores y/o carenciados de habilidad, a favor de la supervivencia de todos ellos. Y, de manera coincidente, administrar, el persistente y repetitivo cúmulo resultante de sus bienes domésticos, necesarios para asegurar el logro y la preservación en el futuro de esa supervivencia conseguida. Y para cuyo desarrollo, en progreso constante, los seres humanos que habitaron y habitan este planeta Tierra, establecieron, de manera tácita, su mayor anhelo: que esa existencia no sólo cumpla con su intrínseco cometido de ser por naturaleza estable -ni precaria ni riesgosa-, sino además, ininterrumpidamente pacífica.
El doble discurso, del cual reniego, se mostró de manera práctica, cuando llegó el momento de explicar lo que significa o debe significar para los católicos del mundo la Misericordia cuyo origen se remonta a la primigenia misericordia que Dios prodigó a sus seres humanos muy queridos. Y fue allí cuando me enteré de que un obispo escribió un libro sobre los beneficios que su práctica constante prodigarían al mundo sufriente; actualmente fruto del egoísmo generado por la inseguridad, enquistada de manera renovada en incontables y veloces círculos viciosos.
Un libro es un objeto de deseo con valor económico como todas las cosas acumulables que se encuentran inmersas dentro del mercado, organizado por los hombres para lograr un provecho. A este libro no se le puede negar el valor moral o espiritual trascendente superlativo para cualquier católico, pero no podemos negarle, asimismo, valor económico. ¿Quién puede pensar en vivir apartado de los bienes que integran este tipo de mercado?
Mesura en el comprar. Mesura en el acumular, Mesura en la acumulación de las ganancias obtenidas por la concreción de negocios prósperos. De ese libro, pensé, podrían venderse varios millones de ejemplares si tuviera un muy buen marketing. Pues… que armen un buen marketing, entonces. Pero para ello, para que el consumo de ese libro excelso sea mayúsculo, hace falta mucho dinero. ¿Cómo hacer para volver a vivir una vida moderna con las características dadas por La Biblia a las comunidades concernientes a los primitivos cristianos? La flecha que marca el rumbo del movimiento del devenir de los hechos al ser lanzada, se dirige siempre hacia el porvenir. Nadie puede hoy olvidar eso. Seamos misericordiosos de la manera en que sea posible serlo. No seamos egoístas. Ayudemos distribuyendo, con conciencia, lo que consideremos distribuible. Hagámoslo sólo por hoy (por ahora como decimos actualmente). Sin pensar en las limitantes leyes, sancionadas o impuestas a partir de presiones de grupos económicos interesados. Poco a poco el mundo habrá de cambiar. Ya se perciben señales de cambio, dentro del espacio en donde todos recibimos, de la naturaleza misma, el aire todavía vital (con el actual grado de oxigeno existente) que aceptamos instintivamente para vivir. Ninguno de los actualmente considerados cristianos desea ser pasible de recriminación. Adelante, entonces, con las nuevas propuestas basadas en la misericordia restablecedora. Pero no justifiquemos el robo.
DEL PARTENÓN A LA NOVENA SINFONÍA
Dra. Piedad Romoleroux
Guayaquil-Ecuador
Dic- 2020
Si hay algo que ha enardecido mi imaginación desde muy joven es mi arrobamiento por la Grecia antigua, la expresión de la arquitectura de sus templos, la creación propia, llena de vida oculta, secretos que solo se revelan a quien como yo los busca apasionadamente; con fervor inquiero a Fidias y lo encuentro al pie del Partenón, el cual había sido construido por el arquitecto Ictinus y decorado por el artista más grande que haya tenido la humanidad, me refiero, por supuesto a este gran escultor, Fidias, ya no era el joven que había empezado como pintor en la escuela de Polignoto, su espíritu se había enriquecido con las enseñanzas de esta escuela jónica y con la seriedad de los escultores de Argos; allí en la cella del Partenón se alzaba la colosal Atenea, “de varvakion”, cuajada de gemas, en marfil y oro, una de sus más famosas esculturas. Debemos recordar que la Atenea Promakhos, destacaba con su colosal figura broncínea en la silueta del santuario que combate en primera línea y a la que Plineo llamó, “la gran Minerva de bronce”, fue la estatua metálica mayor que jamás se fundiera en Atenas, en sus metopas se desarrolló el tema de la lucha entre centauros y lapitas, quienes eran parientes , el centauro Quirón fue el maestro del joven Aquiles, en el arte de cabalgar y tocar la lira; Quintiliano, pedagogo, escritor y abogado, expresó una frase célebre sobre Fidias, “ al traducir con su arte su alta idea de los dioses, enriqueció la religión tradicional”; este escultor genial, fue acusado por sus enemigos, de haber robado una parte del marfil y el oro de la que estaba labrada la Parthenos, unos aseguran que murió en prisión, otros que, se refugió en Elis, aquí labró el Zeus del gran santuario de Olimpia y del que solo se conserva el recuerdo; Pericles y Fidias transformaron a Atenas en la más hermosa ciudad griega. El Parthenon es de orden dórico, sus columnas alargadas tienen un ensanchamiento central que no excede los 17 centímetros, todo en él estaba calculado con minuciosa perspicacia para producir en el espectador un efecto de maravillosa perfección. El edificio se construyó en doce años, del 448 al 437 antes de Jesucristo, el templo se transformó durante la edad media en iglesia cristiana y sirvió de polvorín, cuando hizo explosión al caer una granada en sus contornos, desplomándose algunas columnas de las fachadas laterales, las esculturas que quedaban fueron arrancadas por los turcos en el siglo XIX; Los torsos desnudos de las diosas, que se pueden admirar en el museo británico, viven y respiran, la figura de Poseidón dios del mar, mutilado, no es de un dios: es el prototipo masculino de nuestra especie; esta efigie es el padre de Teseo, quien fuera uno de los fundadores de algunas esculturas del Parthenón, son el más alto resultado artístico, que ha conseguido la humanidad; en los últimos años se ha reconocido al grandioso estilo de Fidias, quien sin duda alguna es un creador, su genio ha trascendido los siglos, sin embargo los escritores de su época no le dedicaron ninguna biografía especial; murió en prisión, calumniado por sus enemigos; él es quien realizó las más grandes obras de la ingeniería y la arquitectura clásicas, entre ellas el Zeus Olímpico y el Parthenon símbolos indiscutibles de su esplendor cultural.
Nadie hubiera imaginado, que el hijo de un humilde tenor de la Corte del Elector de Colonia, en Bonn, estuviera destinado a ser uno de los genios más grandes que haya producido la humanidad, hablamos de Ludwig Van Beethoven. Su obra constituye uno de los monumentos artísticos más impresionantes de nuestra civilización. Pero Beethoven no gozaba de las gracias cortesanas de las que sí se complacía el ya afamado Mozart, muy merecidas por cierto; se dice que hubo un encuentro histórico entre los dos músicos y el juicio profético de Mozart: “reparad en este hombre. Un día será célebre en el mundo entero”; al acabar su adolescencia se instala en Viena donde habría de pasar la mayor parte de su vida, es en esta ciudad, cuando comenzó a ser reconocido por su genio musical y es aquí cuando le ocurrió lo peor que le puede suceder a un músico, empezó a quedarse sordo, contaba con tan solo 26 años; en estos años tuvo también algunas desilusiones románticas y parece que pensó seriamente en el suicidio, eso se deduce de un documento, el Testamento de Heiliegenstaid, que es una especie de amarga despedida de la vida; El genial músico es el último representante del clasicismo Vienés, para luego transitar hacia el romanticismo; es demasiado ser humano y gran artista y se sobrepuso a todas las vicisitudes, para seguir creando sus grandes obras, que revolucionaron el arte. O freudem, nicht diese tone!, freude, freude…La Novena Sinfonía, en re menor, op. 125, la Coral, en cuatro movimientos, cuya letra pertenece al poema de Friedrich Schiller, An die Freude, Oda a la Alegría, Schiller en ella acentúa el amor a la libertad, fue escrita en noviembre de 1785, la letra muy bien acompasada con la música, utilizando los unísonos del coro y los metales para enfatizar el mensaje; la sinfonía se eleva sobre sí misma, capaz de tocar el alma, sencilla y compleja a la vez, el coro es atronador, luego llega el veloz cántico final. El grandioso compositor subraya en esta obra sus propósitos de fraternidad universal: ¡Alegría, bella chispa divina, hija de Eliseo! ¡Penetramos ardientes de embriaguez! ¡Oh celeste en tu santuario! tus encantos atan los lazos que la rígida moda rompiera; y todos los hombres serán hermanos, bajo tus alas bienhechoras. Beethoven la estrenó el 7 de mayo de 1824; la sala estuvo copada; no podía oírla, pero la seguía en una partitura; los aplausos fueron atronadores, uno de los solistas le tocó el brazo y lo hizo girar, para que pudiera ver las manos que aplaudían y los pañuelos agitados, se inclinó y saludo a la audiencia, fue la última aparición pública del genio alemán, luego se refugió en su casa hasta su muerte, aquel día cayó una estruendosa tormenta, pero a pesar de esta, más de 30.000 almas acompañaron al féretro hasta el camposanto. Este año, el 16 de diciembre, se celebraron 250 años de su nacimiento. La Novena Sinfonía, capaz de tocar el alma, sencilla y compleja a la vez, es el Himno de la Unión Europea desde Mayo de 1985 y Patrimonio de la Humanidad desde el 2001.
EL HABITO DE LA LECTURA
María Sánchez Fernández
Úbeda-Jaén(España)
No hay cosa más placentera en un lector que tener un libro entre sus manos. Lo mira, lo palpa, lo huele, pasa sus hojas con cierto deleite para después sumirse en ese mundo maravilloso que él nos enseña, y poco a poco nos educa, nos hace más sabios y más cultos y quizás más soñadores, pues nos lleva por dimensiones reales y también irreales. Nos hace conocer los campos de la ciencia, de las bellas artes, de la filosofía, de la música, de la poesía, de la historia del mundo. Nos lleva, a través de su magia, a pueblos remotos, jamás imaginados, enriqueciéndonos con sus culturas milenarias; con sus costumbres ancestrales. Nos muestra la fascinación de la novela, del cuento, del ensayo. Así, ¿el lector se va modelando, nutriendo, alimentando, sin apenas notarlo, con el hábito de la lectura?
¡ Sí, claro que sí, el lector se va formando muy sólidamente con el hábito de la lectura y con el gusto literario también. Puede que tenga sus inclinaciones en el área de las letras, pero siempre optará por ese libro que lo haga más merecedor en el campo del saber. El lector no nace, se educa en los libros siempre que se empiece a leer desde muy joven siendo guiado adecuadamente. Desde la niñez más temprana toda persona debe ser estimulada por la lectura.
El niño pequeño disfruta, juega con los libros de dibujos en los que empieza a deletrear palabras que le divierten, ilustradas con imágenes de colores que estimulan su imaginación. En primaria los cuentos fantásticos de hadas, gnomos y aventuras hacen que el pequeño se sienta a veces un poco héroe en ese mundo maravilloso que lo lleva a campos irreales donde todo parece real.
En la adolescencia la poesía y la filosofía son fundamentales, ya que esa mente joven que empieza a madurar necesita nutrirse de materias elevadas para formar en ella un sólido pilar que sostenga la enorme carga de sapiencia que en el futuro le aportaran otros nuevos libros con otras nuevas enseñanzas. Ya en la madurez, un poco o un mucho de todo lo antes citado. Cuando hay hábito de lectura todo libro que cae en manos del lector es recibido como el más precioso regalo.
¡Qué pena que todo se esté llevando al mundo del ordenador e imperen los libros virtuales y también, físicamente, los libros electrónicos, (aunque no tengo nada en contra, pues también son necesarios en la mayoría de los casos), y el lector no experimente el placer de palpar y volver la hoja de un libro real!
Hace algún tiempo en una correspondencia virtual con un amigo poeta y consumado lector, éste me decía que algunos libros, sobre todo los “bestseller”, presumían de un gran “ego”. Yo muy alarmada le respondí: “Los libros, querido amigo, no tienen ego. Ellos son inocentes. Sólo transmiten verdades, algunas veces a medias, pero al fin y al cabo verdades camufladas en mitos o en historias aparentemente imposibles, pero con un fondo de auténtica realidad. El autor, después de mucho encumbrarlo su público, puede que se pavoneé y exhiba su ego, pero siempre fuera, independientemente de la obra, del libro en sí”.
¡HAMBRE!
Gladys Semillán Villanueva
Argentina-
Vivir en la tierra mas rica
y ver el poder en cerebros
TAN POBRES
Ady Yagur (Israel)
Golpea las dos mejillas esta palabra.
Aunque se la quiera disfrazar con una atroz mentira.Porque existe en un país en que se dijo que produciríamos alimentos para 400
millones de de seres humanos.Y no somos capaces de saciar ese HAMBRE entre los nuestros.
Miramos con desesperación las imágenes de otros lugares de la tierra, fotos que nos secundan hasta los huesos niños desnutridos con expresión del mas intenso dolor que ocasiona la falta de alimento del cuerpo y el alma.
Miradas perdidas buscando un refugio de contención y amparo…pero nada.
Eso la NADA,la miseria mas profunda en los escritorios, sillones de gobiernos
ocupados por irracionales que cuando se les pregunta cuanta cantidad de pobres hay…dicen desconocer la cifra para no estigmatizarlos.
¿CÓMO?
¿Eso no es querer ignorar y dejarlos indefensos pues de alguna manera para ellos no exiten ?
Sin embargo logran trampas muy bien urdidas para crear mas pobres y mantenerlos con migajas.
Sin lo elemental…pobres hacinados bajo chapas o trapos o directamente a la intemperie.
Y como premisa victoriosa de quienes empujaron a miles de seres al padecimiento con su lema muy latinoamericano. de salvajismo político.
POBRES PERO ILUSIONADOS
¿TE SUENA?
En época álgida de la cuarentena en lugares que fueron cerrados para que el virus no se expamdiera los alimentos no llegaban a todos y si no fuera por la caridad de los mismos vecinos muchos niños y ancianos no hubieran probado bocado
¿En que manos avariciosas quedó esa comida?
Pero eso si, mandantes enriquecidos sostenidos en sus cargos por larguísimos años como feudos intocables y lo peor aún elogiados como si fueran maravillosos gobernantes.
El insulto constante a esos seres empujados a vivir esclavos y en tierras desértica
sin agua potable y sin educación ni asistencias a sus dolores que no sea por parte de almas que se las juegan desafiando a capangas a veces de sus mismas tribus que se venden a otros intereses de poder.
¿EL HAMBRE ES UNA MENTIRA?
No el hambre es una forma de poder despreciable, obliga a mendigar a perder la dignidad y ese es el fin de muchos…dolidos seres
Pero…todo tiene su límite…
Cómo desearía que en ningún rincón de la tierra no existiera el hambre
Pero miles de veces me pregunto cómo se hace para erradicar de cierto corazones tanta madad?
No cesan cada día se ingenian en destrozar vidas de las manera mas infames, ya no son las guerras como las conocimos ahora todo es mas sofisticado..ahora se le llama “vacuna”que trata de contener un virus de nefasta procedencia.
Miro sus fotos y veo seres decrépitos mas cerca de la tumba que de un jardín de gozos…pero solo me queda pensar que su placer mayor es la destrucción y el dominio.ya tienen todo el dinero que se les ocurrio poseer,ya saciaron su vanidades ahora los espera el último juego EL EXTERMINIO.
Por cuanto tiempo si pronto morirán si no sen eternos pero mientras tanto allá van resueltos.
HAMBRE…si desesperada de justicia, de cordura de vergüenza de saltarle a los ojos a la indiferencia y hacerles ver lo que no desean por indolentes o cobardes
o simplemente porque se han acomodado.
Total… mientras que a mi no me toque…
No quiero volver a escuchar a un niño del norte decir…mientras lloraba en los brazos de su madre…¡TENGO HAMBRE DE AGUA!… o ver BEBER A UNA CHIQUITA UN SORBO DE UN CHARCO EN LA VEREDA DE UNA PLAZA.
Tengo HAMBRE DE ESPERANZA de creer que habrá un día en que podremos despertar saciados de amor salvador de tanto mal de tanta indiferencia.
Que seá posible tomar de la mano a un niño y ver en su rostro la paz y la calma que se merece.
Que sus mejillas no estarán sucias ni marcadas por la lágrimas dejando huellas imborrables sobre la piel y su corazón.
Que no habrá poderosos sino poder de justicia y derechos honorablemente adquiridos.
Que soñar no sera una cosa de locos sino la mas bella posibilidad de crecer, expandirnos y mostrar que una vida mejor es posible.
Porque soñar será no estar muertos.
NOOO…BASTA…clamo el cielo.
Excelentes reflexiones sobre temas importantes que nos hacen pensar !!!
Maestro Solís: estimado tocayo, tú crónica es impecable además de interesante. Qué importante es conocer la historia. Gracias.
Y seguimos…
Estimada Eunate, se ha escrito mucho acerca de la pandemia, si se hiciera una antología de lo mejor, este escrito sería imprescindible. Felicitaciones.